La ansiedad es un conjunto de procesos psicológicos y fisiológicos que aparecen cuando se perciben peligros reales o percibidos, conectando con una de las emocionas básicas, el miedo recurso natural común a los humanos que actúa alertándonos de posibles amenazas
Durante la infancia, una etapa vital donde muchas de nuestras primeras experiencias pueden marcar en menor o mayor medida nuestra manera de afrontar los futuros retos de la vida y, donde también nos iniciamos en la gestión emocional, nuestros hijos, carentes de recursos para afrontar miedos y amenazas también pueden padecer ansiedad, una de las demandas más comunes en psicoterapia.
La ansiedad puede ser adaptativa cuando nos activa y va acorde con la intensidad al evento que la ha provocado. Pero también puede ser desadaptativa, cuando se mantiene en el tiempo, manifestándose en su comportamiento y condicionándole en su desarrollo.
La ansiedad desadaptativa se manifiesta en la evolución del niño de diversas formas, mediante síntomas físicos (taquicardias, tensión muscular, sensación de presión en el pecho, etc.), síntomas cognitivos (pensamientos recurrentes, pensamientos de anticipación…) y síntomas conductuales (evitar personas o situaciones…).
En psicoterapia creemos que es muy importante identificar y atender estas emociones y sus reacciones siguiendo pautas de diagnóstico profesionales, como son:
- Escucha activa: Dando al niño espacio temporal y afectivo buscando el ambiente propicio para su expresión voluntaria.
- Validación emocional: Reconociendo y aceptando con una actitud empática y sin juzgar las manifestaciones emocionales y sus sentimientos, evitando siempre minimizarlos o desacreditarlos.
En la práctica sobre los pacientes solemos utilizar algunas estrategias de intervención típicas del acompañamiento psicoterapéutico y adaptadas a su edad y caso:
- Psicoeducación: Aportarle información y ayuda para entender lo que está expresando, identificando y conceptualizando su sentimiento, para ayudarle a identificar conscientemente las emociones.
- Externalización de la emoción: Ayudamos a separar la vivencia emocional de su identidad ayudándole a mejorar su gestión emocional.
- Restructuración cognitiva: Mediante las que identificamos y cambiamos sus pensamientos negativos o irracionales por pensamientos más lógicos y realistas.
- Exposición gradual: Acercándole poco a poco a aquello que les activa este miedo desmesurado para así tolerarlo cada vez mejor.
- Técnicas de relajación
Natalia Fabra Marqués
Psicóloga General Sanitaria
(núm. de colegiada 29372)