La apatía, es lo que definimos como una falta de interés o desmotivación frente a cualquier cosa que suponga un estímulo externo.
Esta apatía puede ser provocada por miedo a cometer errores o puede ser una incapacidad aprendida, si en el pasado no nos salió bien aquello que nos propusimos hacer.
Si persiste la apatía, debemos tener en cuenta que esta apatía podría llevarnos a desconectarnos socialmente y amplificar la apatía a otros terrenos, dejándonos poco a poco en un estado de no acción.
Por eso ,el precio que se paga es caro, ya que puede estar conectado a estados de ansiedad y tristeza en el largo plazo. Para evitar esa apatía, necesitamos «actitud», querer encontrar una ayuda que sirva a los impulsos emocionales. Es decir tener un motivo para combatir la apatía. Este motivo lo podemos encontrar, preguntándonos a nosotros mismos, desde la honestidad absoluta, con uno mismo que me gustaría hacer, que creo que podría hacer bien, etc.
¿Qué es con lo que me quiero comprometer, y por qué motivos?
Puede ser algo pequeño, como me comprometo con las tareas domésticas porque quiero formar parte de una familia, o con hacer ejercicio porque quiero una vida más sana.. Pero pueden ser también, otras acciones más complejas, como un compromiso social que requiere estudiar algo en concreto, es decir, una continuación de acciones para lograr el objeto.
Con frecuencia, lo que cuesta es encontrar aquello en lo que me quiero comprometer.
En estos casos recomiendo observar alrededor para pensar cómo puedo ayudar a otros que me involucren: desde la familia, mis amigos, mis vecinos, la comunidad, etc. Somos seres sociales, y el dejar de pensar en uno mismo y pensar en los otros, puede ayudar.
El objetivo es salir del ensimismamiento, no pensar tanto en qué me puede ofrecer la vida, para pasar a vivirla. Pensar que puedo ofrecer alegría a la vida. Esto implica dejar la actitud sedentaria y pasar a movernos. Luego, observar, leer, investigar. Finalmente, compartir este diseño o actitud que quiero adoptar con las personas de mi entorno. El ultimo paso es pasar a la acción, con compromiso y estando dispuesto a saltar los obstáculos que se nos vayan presentando.
En la medida en que superemos las dificultades, sentiremos que somos más fuertes para seguir avanzando hacia nuestro objetivo con el que nos hemos comprometido, lejos ya de la apatía.