Guía práctica para ayudarte a tomar una decisión
En mi práctica como neuropsicóloga, esta es una pregunta que me plantean a menudo, tanto las familias como los docentes y los propios jóvenes: ¿es el Bachillerato el camino adecuado?
La respuesta no es sencilla. La versión corta es “depende”. La versión larga implica analizar diversos factores que pueden ayudarte a tomar una decisión más informada. A continuación, te ofrezco una guía orientativa con las cuestiones clave que hay que tener en cuenta:
Cuestiones a valorar antes de decidir
- ¿Existe algún trastorno que afecte al aprendizaje?
Si es así, ¿lo tienes bien identificado? ¿Lo conoces en profundidad y has aprendido a compensarlo? - ¿Cuál es el nivel de madurez del estudiante?
El nivel de Bachillerato requiere una capacidad de abstracción que se desarrolla con la maduración del cerebro. - ¿Existen conocimientos básicos sólidos?
El ritmo del Bachillerato es muy exigente y da por sentado un dominio previo de las materias sobre el cual se desarrollan conceptos más complejos. - ¿Se cuenta con hábitos de estudio regulares?
Tener una rutina de estudio bien estructurada y un alto grado de autonomía e independencia por parte del estudiante serán claves para el éxito. - ¿Hay una motivación clara?
Para afrontar esta etapa tan exigente, es imprescindible que el alumno tenga un mínimo plan de futuro y un motivo que le dé sentido a hacer Bachillerato, más allá de posibles presiones externas o de hacerlo “porque toca”.
Si la respuesta es sí, planteémonos: ¿a qué precio?
Una vez respondidas estas preguntas, es posible que, aunque algunas de ellas no se hayan contestado afirmativamente, se quiera intentar cursar el Bachillerato.
No seré yo quien niegue a ningún adolescente la oportunidad de cursar el Bachillerato si así lo desea. Pero siempre es importante plantearse: ¿a qué precio?
El Bachillerato está diseñado para estudiantes con un perfil concreto: aquellos que quieren acceder a la universidad o cursar ciclos formativos de grado superior. Por lo tanto, implicará un esfuerzo considerable a nivel cognitivo, pero también emocional y motivacional.
Vale la pena valorar si este camino encaja con las necesidades y recursos del estudiante. Esto no significa que no pueda lograrlo con éxito, pero es crucial asegurarse de que el esfuerzo requerido sea sostenible y equilibrado para su salud y bienestar.
Iris Ramon Torres
Neuropsicóloga (colegiada núm. 26206)