En Terapia individual

La ansiedad está aumentando entre niños y adolescentes. Los estudios muestran que uno de cada ocho niños puede experimentar ansiedad.


La ansiedad es un estado del ánimo de agitación e inquietud. Es un estado de angustia que un niño no puede controlar y puede terminar afectando a su comportamiento.


Los niños se preocupan y se sienten solos con sus preocupaciones. Dependiendo de la edad, van cambiando sus preocupaciones. Al principio, se preocupan por sombras, fantasmas y criaturas imaginarias, después por cosas que no pueden controlar como incendios o desastres. Y cuando son más mayores, por ejemplo, se preocupan por su familia, especialmente por los padres.


Los niños que muestran ser más imaginativos, que tienden a exagerar las cosas, que están permanentemente en estado de alerta, a la defensiva o los que tienen problemas para gestionar las emociones, son propensos a sufrir ansiedad.

Las situaciones que más suelen provocar problemas de ansiedad en los niños son:


– Divorcio de los padres
– Perdida de algún ser querido
– Cambios trascendentales de la vida (Ciudad, colegio…)
– Convivir con familiares violentos o ansiosos


¿Cómo detectar la ansiedad en los niños?


A menudo, los niños muestran ansiedad al hacer preguntas repetitivas, como, por ejemplo: “¿qué pasa si…?”, “¿qué pasa si te enfermas?”, “¿qué pasa si hay una inundación?”. Las explicaciones lógicas o los intentos de tranquilizarlos no son suficientes.

También suelen mostrar ansiedad por eventos muy lejanos en el futuro o se preocupan por si los demás tienen motivos para estar molestos con ellos y entonces se suelen disculpar excesivamente o innecesariamente.


Y luego, están las señales o manifestaciones físicas de la ansiedad:

  • Nerviosismo general, taquicardias, sudoración, dificultad para respirar que puede provocar mareos o dolores de cabeza, tensión muscular, dolores de estómago y no sentirse lo suficientemente bien como para ir a la escuela.
  • La ansiedad puede crear problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, o puede interrumpir el sueño con pesadillas.
  • El rechazo a la escuela es un problema común entre los niños con ansiedad. Puede tomar la forma de no querer levantarse de la cama en las mañanas de escuela. o un bajo rendimiento escolar puede ser una señal de que el niño está preocupado.
  • Los niños ansiosos pueden no estar dispuestos a participar en experiencias que otros disfrutan, como ir a las casas de amigos, salidas familiares o vacaciones. La evitación es un enfoque común, aunque desadaptativo de las situaciones que provocan ansiedad. Negarse a separarse de los padres es un signo común de ansiedad en los niños.
  • También puede aparecer como problemas para recordar cosas o concentrarse en cosas. Tener pensamientos negativos, ataques de hambre, tics nerviosos como morderse la uñas o movimientos repetitivos.

Para detener la angustia, es importante encontrar el origen de esta y gestionarla. Pero si el niño esta en pleno ataque de ansiedad, entonces hay que tranquilizar al niño para que vuelva a controlar sus emociones. Las técnicas de relajación funcionan muy bien, sobretodo las técnicas que ayudan a controlar la respiración.

Para cualquier duda, o si detectáis estas señales en vuestros hijos y le está afectando en su día a día, es importante que os pongáis en contacto con un profesional especializado y que pueda hacerle una valoración para poderlo ayudar.

Cristina Gras Sala
Psicóloga infanto-juvenil
Col. Nº 22897