En Terapia individual

El septiembre puede llegar a ser por muchos de nosotros un mes difícil.

Volvemos de las vacaciones, que suele ser un tiempo de descanso y relax. De repente, nos vemos inmersos, de nuevo, en el ritmo frenético de siempre. Precisamente por eso, porque venimos de unos días donde el ritmo era totalmente diferente, se nos puede hacer especialmente difícil.

La desmotivación, baja energía y cansancio, se une al trabajo acumulada, que a menudo nos encontramos encima la mesa, después de tantos días sin trabajar. Los que tienen hijos además tienen el inicio de curso con todo el que esto supone: reuniones escolares, agendas, compra de libros, batas, ropa escolar. Algunos parece que vayamos arrastrándonos por la vida, cumpliendo nuestras tareas como autómatas. Es este tipo de pereza que hace cada septiembre despedirnos del verano, las playas, las largas conversaciones con amigos después de una buena comida, ir a dormir tarde, las excursiones y el no hacer nada. Durante las vacaciones uno se levanta y se pregunta que le apetece hacer, en septiembre la agenda nos dice que toca hacer. Para combatir este reto que se cada año el septiembre os sugeriré unas ideas.

1. Céntrate en ti, al cuidarte, en comer y dormir bien. Intenta estar activo o empezar algún deporte.
2. Ilusiónate al planificar los fin de semana, quizás hacer una salida, un concierto, teatro,…
3. Busca reencontrarte con los amigos y compañeros que no has visto durante las vacaciones.
4. Empieza alguna actividad nueva, apúntate en algún curso, estudia, lee.
5. Acepta, la desmotivación y la desgana, no luches contra estas emociones, permite que estén y despacio irán desapareciendo.

Os deseo un buen septiembre y una buena entrada al otoño, y no olvides que si estos síntomas se prolongan en exceso siempre puedes pedir la ayuda de un buen profesional.