Al llegar estas fechas me encuentro con que en mayor o menor medida las personas empiezan a quejarse de falta de energía, falta de motivación, desánimo, pereza… no importa el nombre que le pongan el fondo es el mismo: “no estoy haciendo todo lo que debería estar haciendo”.
Y en esta queja generalizada tenemos dos partes bien diferentes, una es la falta de energía natural que todos vivimos al disminuir las horas de sol y de la que nos hacemos conscientes muy rápido. La otra es la auto-exigencia de seguir con el mismo ritmo de actividad que en el periodo anterior, de la que no somos tan conscientes.
La falta de energía con el cambio de estación es hasta cierto punto normal, podemos intentar aprovechar al máximo las horas de sol, hacer ejercicio, socializar, seguir una dieta equilibrada, … pero en última instancia se trata de aceptar que es una adaptación que nuestro cuerpo está haciendo y que es transitoria, no hay que hacer nada, tan solo aceptar que a veces tenemos mucha energía y otras veces nos falta. Y está bien que sea así.
La auto-exigencia de seguir con el mismo ritmo de actividad que en el verano y no sólo eso, sino que además esa actividad hay que hacerla con ganas y sin esfuerzo ya es otra cosa. Es no querer aceptar la realidad de que tu cuerpo está en proceso de adaptación y que la pereza se ha instalado temporalmente en tu vida. Luchar contra ella no va a hacer que tengas más energía, al contrario va a aumentar tu preocupación y va a hacer que te sientas cada vez más desmotivado, frustrado, culpable y apático.
Del mismo modo que no nos alimentamos igual en invierno que en verano, nuestras actividades también deberían adaptarse. Si el verano es la estación de la socialización, del estar fuera y del sol. El otoño nos invita al recogimiento, a disminuir el nivel de actividad y a la reflexión. Porque sin tiempo de inactividad no hay tiempo para la creación. Por eso el otoño es una de las mejores épocas para iniciar una terapia.
Te invito a dejar de luchar con la pereza y a aprovechar esta estación de introspección y de pausa para conocerte un poquito mejor, observa y analiza en qué punto te encuentras, redefine tus objetivos y metas o busca metas nuevas si las que tenías ya no se adaptan a tu vida actual. Pero sobretodo no te maltrates pensando que deberías estar haciendo más cosas de las que haces.
Laura S.