En Terapia individual

 

He estado buscando por Google definiciones de felicidad según diferentes filósofos. Algunas me han gustado más que otras, pero, finalmente, me he quedado con esta:
«Es el sentimiento de que el poder crece, de que una resistencia ha sido superada». Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Me ha gustado por qué estoy bastante de acuerdo, al menos yo lo he experimentado así y lo he visto también en mi entorno. Cuando uno siente aquella vitalidad que lo mueve a superar aquello que lo oprimía, no sé si diría felicidad, pero si, al menos, que tiene un sentimiento de satisfacción y bienestar.

De todas las estaciones del año la que asocio menos con la vitalidad es el otoño, quizás porque viene después del verano, los paisajes nos evocan una cierta nostalgia, los días se acortan, empieza el frío, etc. Quizás por eso parece que no sea el mejor momento para buscar ni encontrar la felicidad.
Algunos disfrutamos del recogimiento que supone que se haga oscuro más temprano y que bajen las temperaturas, otros lo sufren, pero en ambos casos esto implica que normalmente estamos más horas a casa.
Es en este hecho, donde veo una gran oportunidad para trabajar esto que nos decía Nietzsche, buscar donde está nuestro poder, qué herramientas tenemos, observar y analizar en qué punto nos encontramos, elaborar un plan para mejorar este poder en las áreas en qué sea necesario marcando unos objetivos y finalmente investigar de donde puedo obtener ayuda. Quizás es un buen momento para empezar a hacer meditación, o iniciar una terapia o empezar a leer filosofía. Otros pueden encontrar respuestas en la poesía, en un libro, una película o a través de la música. Pero siempre encaminados a enpoderarnos, a sentir la fortaleza que proporciona saberse superador de una resistencia sea cual sea.

Sin embargo, si seguimos leyendo a Nietzsche,también encontramos que, según el filósofo, la Felicidad solo existe a destellos y, que si intentamos perpetuarla, perderemos incluso estos momentos de felicidad.
Por eso, a pesar de que en un primer momento, muchas personas asocian el otoño con una época un poco triste, muchas veces relacionada con la depresión, podemos darle la vuelta. El recogimiento al cual nos acerca esta época del año, es una oportunidad de oro para ponernos a reflexionar y a actuar, para mejorar nuestras capacidades de superación que, sin duda, si no nos dan, si nos acercan a la felicidad, aunque sean chispas de ésta.

Demos pues la bienvenida al otoño.