En Terapia infanto - juvenil

Las nuevas tecnologías forman parte del día a día y todos, en mayor o menor medida, las utilizamos a diario. Padres y madres viene a la consulta perdidos y con la incertidumbre de no saber por dónde empezar. Comentan: «Mi hija todo el día está conectada”,» mi hijo está siempre con el móvil «, «ya no come con nosotros, está siempre delante del ordenador»…. No podemos prohibir el uso de internet, pero sí educar para que nuestros hijos aprendan a hacer un buen uso de la red.
Facilitamos siete recomendaciones que pueden ayudar a cómo educar a los menores en el uso de los medios digitales.

1. Hacer un plan familiar en el entorno digital.

El consumo digital se debe hacer de acuerdo con los valores y estilos de crianza familiar. Si se hace sin pensar, se pueden reemplazar actividades importantes cómo la interacción personal, tiempo en familia, juegos al aire libre, deporte y tiempo de inactividad para estar desconectado y dormir.

2. Supervisar el mundo digital como lo haces en el mundo real.

Se tienen que fijar límites, conocer a los amigos que juega, que sitios visita en la red y que conductas tiene cuando está en línea.

También  se debe fijar límites de tiempo y tener tiempo de recreo. El uso de la tecnología se tiene que ver como una actividad más y debe tener unos límites razonables. Es bueno tener tiempo de juego y no estructurado fuera del mundo digital para estimular la creatividad.

 

3. Estar con pantallas no debe ser una actividad solidaria.

Como padres y madres no os limitéis a supervisar el tiempo que pasa vuestro hijo en línea, podéis jugar y compartir juntos actividades que ellos hacen con sus pantallas, ya que fomenta en tus hijos la interacción social, el aprendizaje y refuerza vínculos. Mostrar un buen espíritu a la hora de jugar y respetar las normas del juego, así como darles conejos de cosas que compartáis.

4. Fomentar un buen ejemplo.

Los niños aprenden imitando vuestro propio uso en las pantallas. Fomenta buenas maneras, mostrar amabilidad cuando estéis en línea.

5. Crear zonas libres de tecnología.

Aseguraros de que las comidas familiares, reuniones sociales, así como tener las habitaciones libres de pantallas. Apagar la televisión y recargar los dispositivos durante la noche fuera de las habitaciones para ayudar a los niños a evitar la tentación de usarlos cuando deberían estar durmiendo.

Priorizar el “cara a cara” en la comunicación. La comunicación bilateral mejora las destrezas del lenguaje que escuchar pasivamente o la interacción unilateral con la pantalla.

6. Investigación de apps que utilizan.

Para saber si la app es educativa, podéis buscar información y opiniones en Common Sense Media (productos mediáticos con sentido) y leer las reseñas de edad.

7. Advertir la importancia de la privacidad y los peligros de los depredadores y la práctica del «sexting» (envió de contenido erótico).

Hay que tener en cuenta que estar en línea es parte del desarrollo adolescente típico. Las redes sociales pueden ayudar a tu hijo para explorar, descubrir e intensificarse en el mundo del adulto pero hay que asegurarse que se comporta de manera apropiada tanto en el mundo real como virtual.
Informar a tu hijo que las plataformas de privacidad realmente no hacen «privado» el contenido y que las imágenes, pensamientos y comportamientos que los adolescentes comunican en línea pasan a ser parte de la huella digital de manera permanente. El contenido una vez que lo envían es compartido con todos y no podrá borrarlo por completo.

Con esta serie de recomendaciones os ayudaran a manejar mejor el uso de los medios digitales y evitar las situaciones y problemas que pueden comprometer el bienestar físico, psíquico o emocional de los menores. Como padres y madres, hay que tener en cuenta que los hijos cometerán errores usando los medios digitales y que como progenitores tendréis que gestionar estos errores con empatía y que ese error servirá como una lección aprendida. Recordar que el mejor ejemplo para tu hijo eres tú.

Cristina Gras. Psicóloga infanto-juvenil
Col. 22897
Niños, Adolescentes, Salud