En desarrollo personal, terapia cognitiva conductual, teràpia cognitiva-conductual, Terapia individual

Hoy te queremos enseñar una técnica orientada a conseguir los objetivos que te propongas. Hablamos de la técnica de los “objetivos SMART”.

¿QUÉ ES UN OBJETIVO SMART?

La palabra SMART (inteligente, listo) es una regla mnemotécnica creada a partir de las palabras inglesas “Specific” (específico), “Measurable” (medible), “Achievable” (alcanzable), “Relevant” (relevante) y “Time-bound” (de duración limitada). Todos estos parámetros sirven para centrarte en los objetivos que realmente quieras conseguir, de una manera motivadora, y que puedan incluirse de forma realista en tu día a día.

¿CÓMO ESTABLECEMOS UN OBJETIVO SMART?

Imaginemos que nuestro objetivo tiene que ver con ponernos en forma (para perder peso, por algún problema de salud, para vernos mejor, etc.), pero no sabemos por dónde empezar. La técnica SMART nos ayudará a darle forma:

  • (S) – Específico: tenemos que pensar exactamente cómo lo haremos. No vale decir que a partir de ahora empezaremos a ir al gimnasio, sino que hay que concretarlo muy bien. Por ejemplo, iré a correr los lunes y los jueves de 8 h a 8.30 h de la mañana.
  • (M) – Medible: para saber si estoy cumpliendo mis objetivos, los tengo que poder medir para hacer seguimiento de cómo estoy progresando. Por ejemplo, apuntaré en mi agenda o calendario, con un tic verde, todos los días que he ido a correr, y haré recuento cada semana o cada mes.
  • (A) – Alcanzable: no tiene sentido ponernos un objetivo imposible. Por ejemplo, si no he hecho deporte nunca, no es realista pensar que, de repente, puedo ir a correr dos horas en el día. Pongámonoslo fácil y empecemos despacio. Seamos sinceros con nosotros mismos, aunque, de entrada, nos parezca un cambio muy pequeño. Podemos empezar yendo a andar 15 minutos un día por semana, aunque parezca que no estás progresando, sí que lo estás haciendo!
  • (R) – Relevante: este punto es muy importante, porque tiene que ver con la motivación que tengas para lograr tu objetivo. Es importante que busques un “por qué” personal que justifique el esfuerzo que necesitarás para conseguirlo. Por ejemplo: quiero estar en forma para poder jugar en el suelo con mis hijos pequeños.
  • (T) – De duración limitada: tenemos que ser capaces de determinar cuando habremos logrado nuestro objetivo y, por eso, tenemos que establecer un principio y un final. En nuestro ejemplo, podríamos decir que seguiremos esta rutina durante los meses de verano.

¡NO OLVIDES!

Estas indicaciones te pueden servir como orientación para organizar tus objetivos y tu tiempo, pero es posible que te equivoques y tengas que ajustarlos, ya sea por carencia de tiempo, de motivación, o por otros obstáculos de la vida cotidiana que te vayas encontrando. Pero, ¡no te desanimes! Esta estrategia se puede ir modificando tantas veces como te sea necesario, y también la puedes emplear para continuar progresando con tus metas ya cumplidas. Y, si necesitas ayuda o seguimiento, ¡no dudes en contactar con nosotros!

Iris Ramon Torres
Neuropsicóloga (colegiada n.º 26206)