La Ley del Espejo: Conoce tu mundo interior
Yoshinori Noguchi, autor de «La Ley del Espejo», afirma en su obra que “el mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”. La ley del espejo hace referencia a un fenómeno de proyección: un mecanismo de defensa por el que atribuimos a otras personas nuestras virtudes o defectos, incluso carencias.
Las «reglas» a seguir
Las 4 claves principales para seguir son:
- Lo que me molesta del otro, está dentro de mí.
- Lo que al otro le molesta de mí, si me afecta, está dentro de mí.
- Lo que me gusta del otro, también está dentro de mí.
- Lo que al otro le molesta de mí, si no me afecta, está dentro de él.
El origen de la Ley del Espejo
Esta idea, sin embargo, fue previamente teorizada por el psicoanalista Jacques Lacan. La construcción de la personalidad según Lacan se produce a partir de la captación de la imagen de un@ en otr@s. Desde este punto, se entiende la construcción de las relaciones como un espejo, una proyección de aspectos propios de personalidad en l@s demás.
Desde esta perspectiva, se entiende que si proyectamos es porque rechazamos algunos aspectos de nosotros mismos y se los adjudicamos a los otros:
«Lo que dice Juan de Pedro, dice más de Juan que de Pedro».
Los beneficios de aplicarla
Aunque no siempre tiene por qué ser algo negativo, este mecanismo nos puede ayudar a…
- Reconocer aquello que nos desagrada de nosotros pero desoímos.
- Descubrir aquello que nos encanta de nosotros pero ignoramos.
En definitiva, puede ser una gran herramienta de autoconocimiento, de crecimiento personal e integración de la propia personalidad.
Ana Martín Garcés
Psicóloga colegiada 27721