En Terapia individual

El ensayista y fundador del Nexus Instituut de Tilburg (Holanda), dijo durante la presentación del conferenciante George Stenier, una cosa tan bonita como esta: «Si hay nada -además del amor y la amistad- que puede dar sentido a la vida, es la belleza del arte». Esta afirmación me hizo pensar en una afirmación del filósofo francés Michel Onfray que vendía a decir algo como: Haz de tu vida una obra de arte.

Estos días he estado pensando mucho en todas aquellas personas que aparte de desarrollar su trabajo diario, profesionalmente hablando, les toca, sin haberlo elegido, hacer de cuidadores de otra persona. Me refiero a todas aquellas personas que tienen hijos con graves discapacidades, padres que se tienen que hacerse cargo de un hijo que por accidente o dolencia ha pasado a ser dependiente, hijos que tienen que cuidar de padres con demencias o graves dolencias. Los cuidadores. Sabemos, y nos lo dicen los estudios, que muchas de estas personas pasan por una etapa de negación, de rechazo, de rabia, impotencia y también de tristeza inmensa. Sienten que sus vidas están ligadas a esta «obligación», que han perdido toda su libertad personal, su vida, y a menudo, a pesar de los esfuerzos para hacerlo bien, ven que el fruto no es el que esperaban, que la persona no avanza ni avanzará, que la persona a la cual cuidan no es feliz o sufre. Esto solo aumenta su frustración y sufrimiento. Cuando se dan cuenta que quizás la tarea más importante de su vida es hacer de cuidadores y saben que el resultado no es ni será lo deseado, la frustración puede hacer llegar la tristeza, incluso la depresión y entonces puede ser que se pregunten: ¿Cuál es el sentido de mi vida?
El sentido de la vida lo tiene que encontrar cada cual, a veces en función de sus creencias religiosas, éticas o morales, en función de la vida que le toque vivir y según la personalidad e intereses de cada uno.
Pero pensé, que cuando las cosas se posan difíciles en la vida, y nos sentimos rodeados de dificultades y trabas, como en los casos que os comentaba hace un momento, quizás podemos centrarnos en los tres elementos, que según Riemen dan sentido a la vida. Un cuidador, solo puede serlo si lo hace desde el sentimiento de amor y amistad hacia la otra persona, sea padre, hijo, familiar o amigo. El tercer elemento, la belleza del arte, lo interpreto en este caso, en el sentido que comentaba Onfray: Haz de tu vida una obra de arte. Cómo yo lo entiendo vendría a ser: Sean cuales sean las cartas que te hayan tocado en esta vida, mira de jugar la partida con nobleza de espíritu, con dignidad, incluso con alegría y procurando la felicidad, no solo tuya, sino también de aquel a quien cuidas y de todo el mundo que te rodea. Y se persistente en esto, a pesar de que sientas que fracasas, inténtalo y vuélvelo a intentar y no tires nunca la toalla. Que en un futuro te puedas sentir satisfecho de lo que has hecho y de cómo lo has hecho y que esta pueda ser tu pequeña aportación a la vida.

Creo, pues, que para todas aquellas personas que dedican horas, esfuerzos, trabajo y energía a otra persona que depende de ellas, puede ser beneficioso sentir que están haciendo de sus vidas una obra de arte, y que junto con el amor y la amistad que sienten hacia quién cuidan, están dando sentido, un sentido muy especial, a sus vidas. Yo, los admiro.

Marta Santaeulària

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