EL MEJOR REGALO

Publicado 6 enero, 2020

Se nos pasa lo más importante

A veces el tener que ser los mejores padres del mundo (que vayan a la mejor escuela, que hagan las mejores extraescolares, que triunfen en todo lo que hagan para que tengan el mejor futuro, que tengan el mejor regalo, etc), hace olvidarnos de las cosas más importantes.

«Los niños no necesitan una infancia perfecta, necesitan una infancia suficientemente buena»

No hace mucho hablaba con una paciente, «agenda con patas» de su familia, que no podía salir de casa sin que todo el mundo hubiese recogido lo que tocaba, que andaba siempre estresada y agobiada y que no podía desconectar ni un minuto si quería que todo saliera como tenía que salir «Tengo muchísimo trabajo en casa! Estoy todo el día haciendo cosas sin parar. Las cosas no se pueden dejar a medias.» a lo que sugerí «Déjame preguntarte una cosa : ¿Cuando tus hijos sean mayores y tengan no sé, 30 o 40 años, qué crees que recordaran más: cómo estaban los cojines de casa , aquél día que había mucha ropa para planchar o aquél día que os entró un ataque de risa a todos juntos por qué no encontrabais un calcetín que tenía el perro de sombrero?» «El momento del calcetín. Ni yo recordaré el cojín» , «¿Y porqué nadie se acordará del cojín o de cuánta ropa había?» , «Porqué en realidad no es tan importante», «Pero tener la ropa recogida cada día es importante para ti» «Pero no tanto cómo compartir momentos todos juntos» «¿Y cuánto tiempo estás invirtiendo en una cosa o la otra?» «Estoy claramente invirtiendo más tiempo en poner bien el cojín que en tener momentos juntos», «Entonces estás viviendo cómo realmente quieres vivir o estás viviendo cómo crees que TIENES que vivir?».

Si tienes hijos, debes entender que las cosas que más necesitan, no implican nada material. Tener vínculos seguros (seguridad, estabilidad, cuidado y aceptación); autonomía, competencia y sentido de la identidad; libertad para expresar necesidades y emociones válidas; espontaneidad y juego; límites realistas y autocontrol; forman parte de las necesidades nucleares infantiles.

El mejor regalo que puedes ofrecer (a ti y a los demás) es tener presente esta pregunta: Qué momentos son verdaderamente importantes en tu vida (los que recordarás dentro de 20 años), y cuánta dedicación estás poniendo para tenerlos. Actúa en pro de la repuesta, es decir, de las cosas realmente importantes para ti y no de las exigencias y falsas necesidades que nos creamos. De éste modo, vivirás en coherencia contigo mismo y con la vida que realmente te satisface llevar.