Cada vez me llegan a consulta con más frecuencia personas adultas que piden evaluación neuropsicológica de trastornos como el TDAH o la dislexia. Hoy en día todo el mundo conoce estos términos y ya no solo se relacionan con niños y adolescentes, sino que muchos adultos que nunca fueron diagnosticados también se plantean si los sufren.
¿Cómo llegan a consulta?
El perfil típico es el de persona adulta que tiene quejas en algún ámbito de su día a día como los estudios, el trabajo, la organización de las tareas diarias e, incluso, sus relaciones interpersonales y autoestima. Muchas veces estas personas llegan a consulta después del diagnóstico de uno de sus hijos o de otro miembro de su familia, algún amigo o conocido, o simplemente porque han oído a hablar de ello y se han sentido identificados.
¿Tiene sentido evaluarlo en este punto vital?
Cada caso es diferente, pero si has llegado al punto de pensar en la posibilidad de tener alguno de estos diagnósticos, la respuesta siempre es SI, tiene sentido comprobarlo, sea cual sea tu edad. Y estas son las razones más importantes:
- Para mejorar tu capacidad de concentración en tareas cognitivas.
- Para poder valorar la posibilidad de recibir una medicación que te pueda ayudar.
- Para mejorar tu calidad de vida y sensación de que tienes el control de tu día a día.
- Por autoconocimiento y curiosidad personal.
¿Qué debo hacer si me lo planteo?
Lo mejor que puedes hacer es contactar con un neuropsicólogo, que es el especialista encargado de hacer este tipo de evaluaciones. Si ya recibes o has recibido terapia con algún psicólogo, le puedes explicar tu inquietud para que te ayude a encontrar el mejor especialista para ti.
Una vez en la consulta, ¿como se hace un diagnóstico?
El procedimiento más habitual es el de llevar a cabo una entrevista en la cual el profesional pueda conocer la información más importante tanto del desarrollo en la infancia como de la sintomatología en la edad adulta, y donde te dirá si realmente tiene sentido seguir adelante con esta evaluación. Si es así, se realizarán una serie de pruebas de evaluación neuropsicológica y cuestionarios que aporten más información que pueda ser de relevancia. Con todos estos datos, el profesional será capaz de confirmar o descartar el diagnóstico.
Y ahora, ¿qué?
Tanto si se ha hecho un diagnóstico como si no, el neuropsicólogo te orientará sobre qué tipo de apoyo necesitas a partir de ahora. Es posible que no tengas ningún diagnóstico de los que sospechabas, pero que necesites algún tipo de terapia psicológica. También puede ser que tengas un diagnóstico, y que necesites entenderlo a fondo y aprender a convivir con él. En este punto, el profesional te orientará para ver si necesitas sesiones de estimulación cognitiva, pautas de gestión y organización, derivación a un médico para valorar medicación, etc.
Así que, si te has sentido identificado y tienes esta inquietud en mente, ¡no dudes en consultarnos!
Iris Ramon Torres
Neuropsicóloga (colegiada n.º 26206)