1. Mira a tu pareja con ojos desconocidos
¿Te sientes identificado/a con esta escena?
- Alicia: He conocido a tu marido, me lo encontré el otro día ¡qué simpático, no sabía que era tan divertido!
- Ana: si, si es muy divertido (con una sonrisa). Sin embargo lo que en realidad estás pensando es “como se nota que no vives con él. Si yo te contara…”.
Como explica Antonio Bolinches, experto en terapia de pareja, en la relación de pareja se va produciendo un fenómeno al que él llama la matemática de los sentimientos.
La matemática de los sentimientos lo que viene a decir es que, los primeros años de la relación con tu pareja, ves en el otro toda una serie de virtudes que te cautivan: es muy divertido, muy trabajador, encantador…No obstante, al cabo de 8 años de estar juntos, tu pareja ya no es divertido sino pesado, y ya no es trabajador sino obseso del trabajo.
Ello explica el por qué la mayor parte de las separaciones o divorcios se producen a los 10 años de casados. La pareja deja de ver las virtudes que en un principio le maravillaron, convirtiéndose así en sus mayores defectos.Los miembros de estas parejas divorciadas o separadas, se juntan con otra persona que sí tenga las virtudes que el otro no tenía. Sin embargo, al cabo de unos años, volverá a actuar la matemática de los sentimientos, en la cual, de nuevo las virtudes pasarán a verse como defectos.
La prueba está en que, cómo ha podido comprobar Bolinches, el 50% de las personas que se separan de la pareja y empiezan con otra, al cabo de un tiempo se arrepienten.Siguiendo con el ejemplo inicial, el ejercicio que te propongo para poner remedio a este fenómeno, es que trates de ponerte por un momento en los ojos de Alicia. Es un ejercicio de imaginación.En un momento en el que veas a tu pareja despistada con algo, por ejemplo andando por la calle hablando con alguien o en casa ocupado haciendo algo, haz el ejercicio de observarlo como si lo vieras por primera vez.
Observa cómo se desenvuelve, su forma de interactuar con los demás, sus movimientos, sus gestos. Hazlo con una mirada externa. ¿Hay algo que te cautiva? ¿Qué es lo que te gusta?
Piensa que en su momento te cautivó, pero con el tiempo solo tienes la imagen contaminada de las discusiones, los desencuentros y la rutina.
Ponerte en la piel de un desconocido puede hacer que veas aquellas cosas de tu pareja que el día a día ha ido escondiendo pero que todavía están allí. Simplemente las has perdido de vista.
2. Yo soy tú y tú eres yo
La base de la mayoría de problemas de pareja y la base de la mayoría de las discusiones está en la falta de empatía hacia los sentimientos del otro.
Las discusiones pueden ser por muchos motivos: problema de comunicación, dinero, sexo, tareas del hogar, educación de los hijos, etc. Sin embargo, todas tienen en común que si estáis discutiendo es porque sientes que tu pareja no te está entendiendo.
Aprender a ponerte en el lugar de tu pareja y entender su sentimiento es la clave de una relación de pareja satisfactoria. Pero como todo en la vida, cuesta un esfuerzo y precisa de práctica. Para ello te propongo un ejercicio de intercambio de roles.
Después de una discusión en la que no habéis llegado a ningún entendimiento, proponle a tu pareja lo siguiente: Vamos a hacer que yo soy tú y tú eres yo. Vamos a volver a tener la discusión que hemos tenido pero cada uno hablará y se argumentará desde el punto de vista del otro. A ver qué pasa.
Lo que acaba pasando es que este ejercicio os ofrece una perspectiva acerca de cómo un aspecto de la situación de uno es percibido por el otro.
Si realizas este ejercicio cada vez que tienes una discusión con tu pareja en la cual no habéis llegado a un acuerdo, observarás que cada vez consigues con más facilidad ponerte en su lugar y entender su sentimiento. Con lo cual las discusiones serán cada vez más breves, menos frecuentes y más civilizadas.
3. Aprende a comunicarte
¿Tienes dificultades para comunicarte con tu pareja?
La comunicación es uno de los aspectos principales en la relación de pareja.
Una buena comunicación de pareja es signo de consistencia dentro de la pareja. Por el contrario, una comunicación es signo de una relación de pareja debilitada y por tanto con mayor riesgo de crisis y desencuentros.
Evalúa cómo es la comunicación con tu pareja.
A grandes rasgos podemos encontrar dos tipos de problemas comunicacionales:
- Cantidad comunicacional:
Puede ser que haya una falta de comunicación, es decir, que hayáis cogido la dinámica de no contaros mucho las cosas. Por ejemplo, las cosas que os pasan en vuestro día a día, aspectos del trabajo, o bien aspectos que tienen que ver más con tu pareja como decirle las cosas que te gustan y que no te gustan de él/ella o hablarle de tus sentimientos.
Es evidente que la falta de comunicación provoca un gran distanciamiento y a la larga un sentimiento de vacío. Además el déficit de comunicación provoca más déficit de comunicación. Ya que como menos cuentas, menos ganas tienes de contar. Y así sucesivamente.
Para resolver este asunto te propongo que pactes con tu pareja tener 30 minutos al día de comunicación a solas, sin que nadie os moleste. Estos 30 minutos al día están destinados a sentaros y hablar. Puede ser de cualquier cosa: de cómo te ha ido en el trabajo, de lo que te gustaría hacer el fin de semana, de la noticia que has visto en el periódico o de que te gustaría que tu pareja fuese más cariñosa.
Si poniendo en práctica este tiempo de comunicación al día observas que tenéis dificultad a la hora de comunicaros, es decir, en cuanto a la calidad, entonces añadir el ejercicio que os presento a continuación.
- Calidad comunicacional:
Otro problema de comunicación en la pareja no tiene que ver con la cantidad comunicacional sino más bien la calidad de la comunicación.
La calidad de la comunicación tiene que ver con respetar el turno de palabra, tratar de entender lo que tu pareja está diciendo, hablar con un tono adecuado, no usar las palabras como armas, etc.
Analiza cómo es a nivel de calidad la comunicación con tu pareja. Si crees que sí que os comunicáis pero no lo hacéis de una forma adecuada y tenéis dificultad a la hora de llegar a acuerdos y entendimientos a lo largo de una discusión, debéis aprender a comunicaros de una forma más efectiva y funcional.
Para ello te propongo un ejercicio para mejorar la calidad de la comunicación con tu pareja:
Paso 1
- Planea algo divertido para hacer a los 30 minutos de terminar el ejercicio
- La persona A, habla durante 10 minutos (tiene el derecho de consumir todos los minutos).
- La persona B, escucha de forma activa y en silencio (clarificando sólo si es necesario). Aunque no esté de acuerdo en lo que la persona A está diciendo deberá respetar sus 10 minutos sin intervenir.
- La persona B, habla durante 10 minutos (tiene el derecho de consumir todos los minutos).
- La persona A, escucha de forma activa y en silencio (clarificando sólo si es necesario). Aunque no esté de acuerdo en lo que la persona A está diciendo deberá respetar sus 10 minutos sin intervenir.
- La persona B, le devuelve durante 5 minutos los pensamientos, sentimientos y acciones de las que A ha expresado en una muestra de que lo ha entendido (No pueden hacerse valoraciones ni opiniones).
- La persona B, le devuelve durante 5 minutos los pensamientos, sentimientos y acciones de las que A ha expresado en una muestra de que lo ha entendido (No pueden hacerse valoraciones ni opiniones).
- Id juntos a realizar la actividad que inicialmente habíais propuesto sin hablar del asunto, simplemente concentraros en disfrutar.
Este es un ejercicio que consiste en entender al otro. El ser capaz de entender al otro se basa fundamental en un aspecto principal: Saber escuchar. Cuando eres capaz de entender a tu pareja, ya no hace falta llegar a soluciones.3. Haz una lista de cosas divertidas¿Cuáles son las 10 cosas que más os gusta hacer juntos?Este es un ejercicio muy útil y fácil para recuperar la ilusión con tu pareja.A menudo la rutina se adueña de la vida en pareja. Si crees que habéis entrado en esta dinámica ponle remedio cuanto antes. Afortunadamente es un problema con fácil solución. No dejes que esto deteriore tu relación de pareja.Simplemente realiza con tu pareja una lista de 10 cosas que os gusta, o bien, que os gustaría hacer juntos. Una vez realizada la lista asegúrate de tachar al menos un ítem de la lista al mes.
Podrás observar cómo rápidamente retomáis la ilusión de hacer cosas juntos y de dejar atrás la rutina en la que os encontrabais. Es un ejercicio fácil que tiene efectos muy rápidos y positivos en la pareja. ¿Por qué no probarlo?
4. 15 minutos de ternura
Este ejercicio que propongo a continuación tiene como objetivo ayudarte a tener más acercamiento y contacto físico con tu pareja.
Consiste en sentarte cómodamente con tu pareja en el sofá o en dos sillas, uno frente al otro. Retirad cualquier complemento como gafas, pulseras, relojes, etc.
Comienza a acariciarle el pelo a tu pareja. Puedes masajear su cabeza con un tacto suave. Mientras lo hagas, cierra los ojos y concéntrate en sentir conscientemente el tacto de su pelo y de su cabeza. Hazlo durante 10 minutos.
Seguidamente pasa a acariciar su cara. Y como si lo tocaras por primera vez, explora suavemente con tus manos cómo es su frente, sus cejas, sus ojos, sus mejillas, sus orejas, su nariz, sus labios y su barbilla. Hazlo durante 5 minutos.
La persona que recibe las caricias debe concentrarse en cómo siente esas caricias.
Si en algún momento no le gusta cómo su pareja lo está haciendo, ya sea porque lo hace demasiado fuerte o bien demasiado débil, es recomendable parar y que se lo comunique en positivo: “¿Puedes hacerlo un poco más suave?” en vez de “Estás siendo muy brusco”.
Una vez finalizados los 15 minutos, hablad sobre lo que habéis sentido cada uno durante el ejercicio. Por ejemplo, “Tu pelo es muy suave”, “Me sentí mimado”, “Me gustó mucho cuando tocaste mis orejas”.
Ahora cambiad los papeles y repetid el ejercicio. No hace falta que sea ese mismo día. Podéis dejar pasar unos días pactando la próxima vez que lo vayáis a hacer.
5. Simplemente, abrázale
Este es otro ejercicio diseñado para acercarte a tu pareja y tener más momentos de contacto físico que te aporten mayor seguridad, cariño y ternura. Funciona bien para parejas que se han ido distanciando físicamente y para aquellas parejas en las que, normalmente la mujer, siente que no quiere acceder a besar o tener contacto físico con su pareja porque percibe que eso le llevará a tener que mantener relaciones sexuales.
Una forma de solucionar este conflicto es introducir abrazos frecuentes que tengan una pretensión no-sexual sino de cariño, calidez y ternura.
Abrazaros en la cocina, en el garaje, en el jardín, en el ascensor, donde sea. Simplemente siente cómo tu estrés cae encima del cuerpo de tu pareja, nota la calidez del cuerpo, solo eso.
Intenta mantener el abrazo unos minutos, déjate caer sobre tu pareja.
Este ejercicio tan sencillo tiene resultados asombrosos. Incluso puede derivar a reflotar la pasión de la pareja.