En desarrollo personal, familia, niños, padres, Terapia individual, valores

Diciembre es el último mes del año y está cargado de encuentros, reuniones y fechas especiales como la Navidad.

Dar las gracias es una regla social que muchos padres enseñan a sus hijos. Queremos que aprendan y sean agradecidos para que puedan mejorar sus relaciones con otros niños, ser empáticos y felices.


Según la RAE define el concepto de Gratitud  de la siguiente forma:  «sentimiento que obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y corresponde a él de alguna manera.”

Como padres podemos reforzar la gratitud de distintas formas:


Ser modelos para vuestros hijos.

Enséñales lo que significa estar agradecidos dando “las gracias”. Agradecer a los hijos por hacer tareas o cosas útiles hace que se refuerce el comportamiento y les hace saber que son apreciados.  Por ejemplo, guardar los juguetes.

Atender a actos de generosidad.

Comenta con tu hijo cuando alguna persona hace cosas que van más allá de lo que se espera, como ayudar sin que se lo pidan.

Preguntarles como se sienten cuando mostramos aprecio.

Pregúntale a su hijo cómo se siente cuando la gente le da las gracias por hacer algo bueno, y cómo se siente la gente cuando no lo hacen.

Formas de agradecer.

A veces, su hijo se puede sentir incomodo cuando tiene que hablar con gente que no conoce bien o tiene dificultades para escribir una tarjeta de agradecimiento. Para ellos, podemos sonreír, hacer la señal de levantar el pulgar o haciendo un dibujo.

Pensar en personas que nos ayudan.

Pueden ser des de profesores, abuelos, bomberos y dar las gracias haciendo unas galletas.


Tener compasión hacia los demás.

Entender que no todos tenemos las mismas ventajas y privilegios. 

Animar a que elijan algún interés.

Animar a que usen sus habilidades para una buena causa. De esta forma puede aumentar su confianza y dar una oportunidad de devolver algo al mismo tiempo.

Hacer un diario de agradecimiento

se puede buscar un momento al día y apuntar en una libreta tres experiencias positivas del día por las que uno se haya sentido agradecido. Puede ser algo tan sencillo como agradecer haber jugado con algún amigo. Valorar las pequeñas cosas del día a día, y dar las gracias por ello.

Por lo tanto, es un buen momento de prestar atención a la gratitud, y poder apreciar los aspectos de la vida y la voluntad de reconocer que los demás tienen un papel en nuestro bienestar.

 

Cristina Gras Sala

col. 22897

Psicóloga infantil y juvenil