Cómo nos afecta la primavera.
Justo es decir que este post no tiene ningún tipo de base científica, está basado únicamente en mi observación como profesional de la salud.
Ya hace unos años, cuando empecé a trabajar como psicóloga en una consulta privada, observé, como nos afecta la llegada de la primavera. O mejor dicho el cambio de tiempo, las subidas de temperatura y la mayor presencia de sol, que tiene lugar entre Marzo y Abril, independientemente del inicio formal de la Primavera.
Estos cambios meteorológicos, todos aquellos que tenemos flores o plantas en casa, podemos observar que suelen afectar: más brotes, crecimiento más rápido, más sequedad en la tierra y por tanto más necesidad de agua, etc. Es decir, es evidente que estos cambios afectan a las plantas en tal que seres vivos.
Por eso también, la primavera nos afecta a nosotros, los humanos, como seres vivos que somos.
Ahora bien, como nos afecta?
Hay quién dice que le encanta la primavera, la sensación de salida del invierno y también el hecho social y cultural que hace que muchos tengamos asociada esta época con salir más, las terracitas de los bares están más llenas y hay un aumento de actividades, festivales y otros actos culturales al aire libre.
Por el contrario muchas personas viven este momento como un cierto ataque al cierre y privacidad más propio del invierno y los meses fríos. Tienen la sensación que su ritmo de funcionamiento se acelera en contra de su voluntad y por tanto, lo viven, en cierto modo, como una agresión.
A todo esto tendríamos que añadir las alergias y su proliferación durante estos meses, que provoca numerosas y conocidas molestias a una gran cantidad de gente.
Quizás por todo esto durante estos meses a menudo llega un gran número de nuevos pacientes a nuestras consultas, con síntomas propios de depresión y/o ansiedad con todas sus variantes. Algunos manifiesta cansancio, tristeza, estrés, agotamiento….
Otros pacientes, durante estos días, hacen recaídas, como quizás le pasaría a una planta de interior si ahora la sacáramos al balcón a pleno solo.
Justo es decir, que a otras personas, con procesos más cíclicos, estos cambios de tiempo les provocan una evidente mejora.
De todo esto, lo que podemos constatar es que como seres vivos que somos, los cambios de tiempos, de luz, horarios, nos afectan. Para algunos en positivo, para otros en negativo, porque la variabilidad entre humanos es muy grande, y la adaptación al cambio (en este caso de temperaturas y de luz), no es igual en todos nosotros. La homogeneidad está en qué somos humanos, y sí, la primavera nos afecta; la heterogeneidad está en que no nos afecta a todos por igual ni en el mismo sentido. Cómo dice el refranero castellano: La primavera, que canto o que llore, no viene nunca sin flores.
Marta Santaeulària