A raíz del confinamiento, muchos profesionales de todos los ámbitos nos hemos visto obligados a desplazar nuestro lugar habitual de trabajo a casa, un traspaso que a veces no es tan sencillo como parece, y que puede repercutir negativamente en los niveles de productividad.
Tanto si ya eres un experto en trabajar desde casa, como si todavía te estás acostumbrando, estas propuestas van encaradas a ayudarte a ser más productivo:
- Mantén una rutina de horario igual que si tuvieras que ir a la oficina. Conócete, piensa en qué momento del día eres más productivo y aprovéchate. Por ejemplo, si estás más fresco a primera hora de la mañana, haz en ese momento las tareas más demandantes cognitivamente. Déjate las tareas más sencillas para más tarde.
- Planea las tareas la noche anterior. Ahorrarás tiempo de preparación, y solo tendrás que dedicar un momento al principio del día para revisarlas y adaptarlas. También deja siempre un tiempo de margen para aquellas tareas más imprevisibles, como pueda ser recibir una llamada o revisar e-mails.
- Plantea prioridades y metas diarias y semanales realistas, y déjalas visibles en tu espacio de trabajo. Te ayudará a no perder el foco y a evitar procrastinar.
- Intenta concentrarte solo en una tarea en cada momento. A veces, la tendencia al multitaskingpuede acabar siendo contraproducente: intentamos abarcar tantas cosas a la vez que no acabamos ninguna.
- Ten claro cuando parar de trabajar y empezar tu tiempo de ocio. Decídelo previamente: es tan importante tener una hora de inicio de trabajo como una de final.
- Ponte una o más pequeñas rutinas por la mañana que tu cuerpo asocie con qué es momento de empezar a trabajar. Por ejemplo, empezar el día siempre con una ducha, cambiarse el pijama por ropa cómoda, hacerse un café, etc.
- Busca un espacio físico en tu casa que siempre asocies con trabajar. Si tienes la posibilidad, es mejor que sea una habitación. Si no, un escritorio puede ser suficiente. Lo más importante es que sea un lugar agradable y libre de distracciones.
- Si convives con otras personas, explica tus horarios de trabajo y pacta con ellos el espacio en que podrás trabajar tranquilo, sin ruido ni interrupciones.
- Muévete. Trabajar desde casa no significa pasarse todo el día sentado en una silla. Oblígate a levantarte una vez cada hora y dar una vuelta por la casa, así como descansar los ojos de la pantalla. Haz pausas algo más largas al cabo de dos o tres horas. Si lo necesitas, ponte alarmas en el móvil como recordatorio. Si tienes la posibilidad, sal a la calle para pasear o hacer deporte.
- Come bien. Para poder ser productivo y mantener un bienestar físico y emocional, es determinante tener una buena nutrición. Calcula los momentos en que podrás hacer la compra y cocinar. Así evitarás que, por falta de tiempo, acabes optando por alimentos precocinados más rápidos de elaborar pero no tan saludables.
- Duerme y descansa. Tu cuerpo es tu principal herramienta de trabajo. Cuídalo como si fuera tu mejor amigo.
- Cuida tus relaciones sociales. A pesar de que el móvil y las redes sociales pueden ser un distractora la hora de trabajar, busca un momento del día en que te puedas dedicar a enviar un mensaje o llamar a familiares o amigos. Mantente conectado con el exterior.
Iris Ramon Torres
Neuropsicóloga (colegiada nº 26206)