En Terapia individual

“ El fracaso más grande que sufre el ser humano lo constituye la diferencia entre aquello que era capaz de acontecer y aquello que ha llegado a ser.”

Ashley Montagu.

Coaching es una palabra que viene del inglés, “coach”, que quiere decir entrenar para conseguir una meta o habilidades específicas en la vida personal y/o profesional. También sería gestionar y potenciar el talento personal, y que es el talento? Es toda aptitud intelectual o capacidad natural o adquirida que tenemos (entendiendo por capacidad: ser capaz de…). Por lo tanto el objetivo final de un proceso de coach, en este caso, personal, es el auto-superación (lograr una meta o habilidad) o el auto-realización (Potenciar al máximo aquella habilidad o capacidad que ya tengo).

Coach también tiene otra acepción, era el carruaje que transportaba personas de un lugar a otro durante la edad mediana, por eso el proceso también se entiende como un viaje donde un vehículo (coach) transporta la persona (proceso) desde el punto donde es en su punto donde quiere llegar.

Por tanto, un proceso de coaching es un entrenamiento donde tiene que haber presente un entrenador o coach y un entrenado o coachee.

Una característica fundamental del coaching es que el entrenador da las herramientas y el apoyo pero sin aportar su experiencia o conocimientos personales.

Vamos a ver una diferencia fundamental entre un proceso de coach y otras relaciones interpersonales de servicio que conocemos, en cuanto a objetivos del proceso:

Psicoteràpia: El objetivo es curar una patología. A pesar de que, actualmente, hay una corriente llamada psicología positiva (Seligman) que lo que intenta es, no tanto curar, sino prevenir y también mejorar la calidad de vida de las personas.

Enseñanza: Trasladar conocimientos teóricos de un profesor a un/os alumnos.

Consultoría: Dar solución a un problema.

Coaching: Lograr objetivos mediante soluciones aportadas por el cliente.

Mentoring: Transmitir conocimientos y experiencias para resolver problemas o lograr metas.

El proceso consta de dos hechos: reflexión y actuación.

La reflexión sin actuación no va en ninguna parte, del mismo modo que la actuación sin la reflexión puede suponer una pérdida de tiempo y de recursos.

En ambos casos el fracaso está garantizado.

Marta Santaeulària i Martínez